27/5/08

Declaración de Ginebra

Hace unos días en blanesseguridad hablábamos de la profesión médica. Hoy, después de leer un artículo muy interesante de soitu, me he pasado por wikipedia para copiar la Declaración de Ginebra, texto alternativo al Juramento Hipocrático.

EN EL MOMENTO DE SER ADMITIDO COMO MIEMBRO DE LA PROFESIÓN MÉDICA:

PROMETO SOLEMNEMENTE consagrar mi vida al servicio de la humanidad;

OTORGAR
a mis maestros el respeto y la gratitud que merecen;

EJERCER mi profesión a conciencia y dignamente;

VELAR ante todo por la salud de mi paciente;

GUARDAR Y RESPETAR los secretos confiados a mí, incluso después del fallecimiento del paciente;

MANTENER, por todos los medios a mi alcance, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica;

CONSIDERAR como hermanos y hermanas a mis colegas;

NO PERMITIRÉ que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se interpongan entre mis deberes y mi paciente;

VELAR con el máximo respeto por la vida humana;

NO EMPLEAR mis conocimientos médicos para contravenir las leyes humanas, incluso bajo amenaza;

HAGO ESTAS PROMESAS solemne y libremente, bajo mi palabra de honor.

No quiero generalizar porque es odioso pero, me parece cómo la vida misma. ¿o me lo parece a mi?...

25/5/08

Cuenta atrás

No se bien si es la edad la que hace eso pero, quien no se ha preguntado alguna vez: ¿cuánto me queda de vida?. Y después de esta le siguen otras como: ¿qué haría si supiera la fecha de mi muerte?, ¿a quien se lo diría?, ¿a quien le daría las gracias?, ¿con quien me disculparía?...

Estas preguntas, que a muchos se les puede antojar un sin sentido, deben no serlo tanto cuando la empresa Timex ha diseñado un reloj cuya función básica es la de mantener a su propietario permanentemente avisado de “cuanto tiempo le queda de vida”. Para ello, habrá que facilitarle una serie de factores con los que el artilugio, elaborará las malignas predicciones: horas de descanso, alimentación, estrés, y otros datos de nuestra salud.

Yo no voy a ser de los que me lo compre. En primer lugar, porque prefiero no tener este tipo de datos y dedicarme simplemente a vivir. A vivir sin estar permanentemente mirando mi fecha de caducidad. Por otra parte, porque no creo demasiado en sus predicciones, seguro que no tiene un factor de corrección llamado Murphy, o aquel otro que dice: “hace un día maravilloso, verás como viene un “gili…..” y te lo estropea”.

Como veis, no hay una formula magistral. Puede que sea una de las gracias de la vida, saber cuando empieza pero no, cuando acaba.

De todas formas, si queréis vivir en la inseguridad, en el temor, y como yo sois de los que no os lo vais a comprar, no dejéis de seguir las instrucciones de Julio Cortazar en su "Preámbulo" e "Instrucciones para dar cuerda al reloj":

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

Instrucciones para dar cuerda al reloj

Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan. ¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.

21/5/08

Second live

A medida que pasan los años, me doy cuenta que hay una gran diferencia entre nosotros y nuestros padres: la capacidad de adaptación. Mientras que ellos mantenían firmes sus posturas, nosotros nos mimetizamos con el entorno. Creo que el suyo era un posicionamiento intransigente y, fue uno de los grandes problemas para que no nos entendiéramos más y mejor.

Uno de los ejemplos de nuestra adaptación al medio puede ser Secod Live, “un mundo real en un entorno virtual”. Un mundo creado por muchos usuarios que pueden interactuar entre si, comunicarse, jugar e incluso hacer negocios utilizando como moneda el “Linder Dólar” ($L). Es curioso pero, esta moneda es intercanviable en el mundo real. A partir de aquí ya podéis imaginar la cantidad de negocios que se hacen...

Llegado a este punto ya me he olvidado de adaptaciones y me pregunto: ¿se pondrán enfermos los ciudadanos de este mundo?, ¿hay médicos?, ¿hay hospitales?.

La respuesta me la ha dado una noticia del diario El País:

A partir del día 8 de mayo, todos los lunes y los jueves, dos doctoras de familia se pondrán ante el ordenador durante horas, con la finalidad de atender todas las dudas que sobre salud, tengan los jóvenes que acceden a la Isla de la Salud, un espacio virtual de Second Live.

La consulta la harán en un despacho virtual dónde paciente y médico pueden comunicarse a través de mensajes escritos o con audio y siempre con la garantía de confidencialidad y privacidad del paciente. Comentan también, que en seis meses la consulta se extenderá a pacientes con patologías crónicas...

Llamadme “tiquis miquis” pero tras mi última visita médica, la primera en muchos años, donde el médico casi no me miró a la cara, no me ausculto, tomó la presión o hizo cualquier otra actuación de "lujo". Me estoy planteando pasarme a la realidad virtual de Second Live, igual estaré mejor atendido...

No sé cómo ha ido la cosa pero, he pasado de la adaptación generacional a la medicina. Con esto si que coincido con mis padres: estamos bien arreglados con algunos aspectos de la medicina.

18/5/08

S.O.S


La noche de ayer sábado, nos reunimos a cenar un grupo de doce, catorce o quince persones, como diría un amigo mío: “nunca trece”.

El lugar era encantador, el mar como fondo y el murmullo de las olas como música de ambiente nos proponía un escenario maravilloso para este encuentro.

Mientras servían los entrantes empezamos a charlar, las preguntas de rigor: ¿cómo te ha ido?, ¿que haces?, ¿dónde estás ahora?, eran interrogantes que se repetían por todos los rincones de la mesa. A medida que transcurría la noche, los currículums de cada cada uno de nosotros se iban llenando. Nos estábamos poníendo al día.

De repente el sonido casi imperceptible de una campanilla invadió la mesa, “tilín”. Se hizo el más absoluto de los silencios, las miradas de todos se cruzaban mientras una nueva pregunta silenciosa flotaba por la mesa: ¿es el mío?. En un segundo todos desenfundamos nuestros móviles, las caras de pánico iban cambiando a caras de tranquilidad. Bien, todas menos una, la de mi compañero de mesa. Era él quien se había quedado sin batería, ¡qué horror!. En este instante las miradas misericordiosas de unos y otros delataban lo que pensaban: ”mala cosa chico...”

La velada había dado un giro inesperado, uno de nosotros estaba “tocado”. ¿Cómo se lo haría sin móvil, desconectado del mundo?. Pero, por suerte no todo estaba perdido, el restaurador había previsto una situación como esta. En la barra del bar había un “movil-power”, cargador de gadgets multi marca. Ya sólo quedaba poner un euro, introducir el conector y empezar la carga.

He de confesar que a partir d este momento la cosa se relajó, había complicidad con el compañero tecnológicamente salvado. Volvió la alegría a la mesa y tal y como estaba previsto, fue una velada para el recuerdo.

Más tarde, mientras regresaba a casa reflexionaba sobre lo que había pasado, y yo que he “luchado” para que pongan desfibriladores automáticos en lugares de pública concurrencia.

Debo seguir pensando, aquí algo que no acaba de funcionar...

15/5/08

Decálogo

Hoy regreso, después de unos días en los que el trabajo me ha tenido atenazado más de lo que es deseable, conveniente y sano. No me siento especialmente orgulloso de ello pero ha sido mi realidad. O sea, que nadie piense que he sabatizado el blog o a mi mismo.

Hace un tiempo leí, quien sabe donde, otro de estos decálogos que tanto me gustan. Aquí os lo traigo con la propuesta de que añadáis algunos consejos, no tiene porque cerrarse en 10, es más, por la realidad que vivimos no debe cerrarse así.

10 consejos para vivir una vida horrible

1.- Piensa en lo mal que te ha ido la vida. Tu vida es un fracaso. Compárate con todas aquellas personas que han tenido mucha suerte y maldícete a ti mismo. Tortúrate pensando en ello, cuantas más veces al día, mejor. No te vayas a la cama sin antes pensar: "Soy un desgraciado"
.
2.- Vive rápidamente. No pares ni para pensarlo. Procura trabajar el máximo número de horas posible, acumula tu trabajo y no delegues en otros. Sólo tú eres capaz de hacerlo correctamente. Fuma todo lo que seas capaz, y bebe alcohol varias veces al día. Engorda. La felicidad es proporcional al tamaño de tu barriga y a los kilos de sobrepeso. Tortúrate en el gimnasio 2 horas a la semana y maldícete todo lo posible por no estar en forma.

3.- Llega tarde a casa, no disfrutes ni de tu esposo/a ni de tus hijos. Llévate al hogar todos los problemas y culpabiliza de ellos a tu familia. Enfádate y grita, cuanto más mejor. Tu familia no te merece.

4.- Llena tu mente de pensamientos horribles y recréate en ellos el mayor tiempo posible. Piensa en las mil maneras distintas en que te puedes morir y elige las más espantosas. Haz una película mental sobre ello y visualízala una y otra vez. Cuando vayas en coche, piensa que vas a sufrir un accidente. Si vas en avión, piensa que se va a caer y que vas a morir quemado. Piensa en la muerte. Continuamente. Y sufre por ello cuanto más mejor.

5.- Come compulsivamente, rápido y sin disfrutar de la comida. Siempre que comas, mantén tu atención en otra cosa. Pon la televisión, come mientras trabajas, ni se te ocurra disfrutar de lo que comes, ni pensar en cuánto comes. Disfruta de la comida basura, de la carne y de las grasas saturadas. Engorda, cuanto más mejor, y no olvides someterte a dietas estrictas e insatisfactorias dos o tres veces al año, eso sí, procurando lamentarte de lo gordo que estás y de los problemas que ello va a acarrear a tu salud en el futuro. Cuando abandones la dieta, come lo máximo posible en el menor tiempo que seas capaz, para recuperar los quilos perdidos y añadirte unos cuantos más suplementarios. Culpabilízate por ello.

6.- Procura dormir lo menos posible, y llenar tu mente con todo lo que tienes que hacer al día siguiente antes de meterte en cama. Planifica todo el trabajo de mañana, y, si no eres capaz de dormir, tómate una pastilla o dos. Procura ver alguna película violenta antes de dormir, y levántate enfadado por no poder dormir más. Laméntate entonces por lo desgraciada que es tu vida, como te indiqué en el punto 1.

7.- No vayas de vacaciones. El trabajo es lo único divertido. No pasees por la naturaleza, ¿de qué sirve?. Quédate en casa y llévate un poco de trabajo para tus días libres. Conecta el teléfono móvil, el fax y el ordenador, para no perder el contacto, y procura estar pendiente de ellos el mayor tiempo posible.

8.- Eres un inútil. No sirves para nada. Imagínate frecuentemente que te van a echar del trabajo. Piensa en todos los problemas económicos que tendrás, en las deudas y en la ruina absoluta. Nadie te va a ayudar, porque no tienes amigos de verdad. Piensa en ello y recréate en esos pensamientos cada vez que tengas una pausa en tu trabajo.

9.- Desarrolla y potencia tus instintos violentos. Sé agresivo trabajando, hablando, conduciendo... puedes ser especialmente desagradable con tu familia y con tus hijos. La vida es muy dura, y hay que aprenderlo. Enfádate con todo el mundo y fíjate que todo el mundo te mira mal, y hace gestos desagradables cuando te ve. Tienes que defenderte de todos: eres tú contra el mundo.

10.- No te olvides de ser infeliz. Cuando te sientas bien, contento, feliz, busca un pensamiento desagradable. No sonrías. La vida es demasiado terrible para tener un motivo para sonreír. Realmente no merece la pena. Igual deberías pensar en ponerle fin, un día de estos... es una opción a considerar.

5/5/08

Mar cruel

Muchos de nosotros acabamos de pasar unos días de vacaciones muy gratificantes.

Muchos, hemos empezado a hacer planes para las próximas vacaciones pero,

muchos, simplemente luchan por sobrevivir...


Clicad sobre la imagen, os llevará al enlace.

1/5/08

Ellos no lo harian

Estoy convencido, ellos no lo harían. Ellos no se irían de vacaciones dejándonos abandonados en la cuneta de una carretera cualquiera.